
Andrea Rajchman
Profesora de matemática.
Magíster en Educación.
Directora del Proyecto de Evaluación de Desempeños del Instituto Nacional de Evaluación Educativa (INEEd)
A la hora de planificar un curso, los docentes se basan en aportes de distintas fuentes, entre otras el programa y documentos curri- culares, los libros de texto, la experiencia de años anteriores. Una vez determinado el orden de los temas a trabajar, se define el abordaje que se quiere hacer de cada uno de estos temas durante el año. En estas decisiones se incluyen la profundidad con la que el docente va a tratar cada tema, el tipo de situaciones que va a proponer y las formas de trabajo que quiere fomentar. Todas estas decisiones están íntimamente vinculadas con los objetivos de aprendizaje que haya definido el docente para cada tema y para el curso en general.
La evaluación, concebida como parte del proceso de enseñanza planificado por el docente, también está estrechamente relacionada con los objetivos de aprendizaje definidos para el abordaje de cada temática, al igual que con la profundidad del tema, las situaciones a plantear y las decisiones pedagógicas sobre cómo trabajar con el grupo. En este sentido, también es pertinente que a la hora de organizar el curso se prepare la evaluación junto con la planificación de todo el año.
En atención a los objetivos de aprendizaje para el año, una buena estrategia para planificar el curso en un área determinada es a través de tablas de especificaciones. Las tablas de especificaciones son instrumentos usualmente diseñados para organizar las evaluaciones. Sin embargo, si consideramos que la evaluación es parte del proceso de enseñanza, y que los referentes de la enseñanza y de la evaluación son los mismos, podemos usar la estructura de estas tablas para planificar la enseñanza.
Las tablas de especificaciones son la forma de describir, de manera gráfica y concreta, los contenidos y las habilidades que indican la competencia que queremos que logren los alumnos (cf. Rodríguez y Flotts, 2019). Estas tablas permiten visualizar las dimensiones que el maestro se plantea abordar de cada tema, al igual que los procesos cognitivos que pondrán en juego los alumnos a la hora de trabajar en las actividades propuestas.

A continuación presentamos un ejemplo de matemática, para trabajar en geometría en sexto grado. Para ello, se puede considerar una dimensión sobre las figuras del espacio y otra sobre las figuras del plano. En cuanto a los procesos cognitivos, en este caso se pueden separar en tres categorías. La primera categoría referida al reconocimiento y a la identificación de objetos matemáticos (en el caso de geometría, elementos de las figuras planas o espaciales). La segunda categoría está vinculada con la aplicación de algoritmos (que para geometría pueden ser trazados, o producción de legajos o descripciones, pero en general podría ser la realización de operaciones matemáticas, la construcción de un gráfico estadístico, etc.). La tercera categoría incluye procesos de producción de argumentos, reflexión, modelización matemática (en el caso de geometría también se incluye la clasificación de figuras, la producción de hipótesis, verificación y discusión de argumentos).
Las tablas de especificaciones se pueden diseñar para planificar y organizar todo el curso, para cada tema, y también para una secuencia didáctica. La extensión y la profundidad de la tabla dependerán de cuánto abarque el tema. La cantidad de filas (dimensiones del tema) y
columnas (categorías de procesos cognitivos) dependerá de quién elabore la tabla, ya que el objetivo es que la tabla le sea funcional a quien la elabora y la vaya a usar.
«La categorización tiene la intención de mostrar la diversidad de tipos de actividades en las que los estudiantes deberían verse involucrados para que el aprendizaje resulte significativo y socialmente relevante.
[...] queremos enfatizar la necesidad de proponer a los estudiantes actividades correspondientes a toda la gama de procesos cognitivos.» (Ravela, Picaroni y Loureiro, 2017:85)
En la tabla de especificaciones, cada una de las celdas incluye una descripción del tipo de tareas que resuelven los alumnos en cuanto a la dimensión y a los procesos cognitivos correspondientes. De este modo, la tabla permite visualizar qué actividades le vamos a plantear al grupo para cubrir todas las dimensiones del tema y todo el rango de procesos cognitivos buscado. A su vez, la podemos complementar con ejemplos de estas actividades, y con ideas sobre cómo organizar al grupo para trabajar en cada una de ellas.
DIMENSIONES DE GEOMETRÍA | PROCESOS COGNITIVOS | ||
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Reconocimiento, identificación |
Aplicación de algoritmos, trazados, comunicación matemática |
Modelización, reflexión, argumentación |
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Las figuras del espacio | ▪ Identificación de los elementos de figuras del espacio (vértice, arista, cara). ▪ Asociación del nombre de figuras del espacio con su representación en perspectiva y su desarrollo plano. |
▪ Elaboración de legajos de figuras del espacio. Construcción de figuras del espacio con material concreto (palitos, bolitas), comparación con el legajo. ▪ Producción de desarrollos planos. |
▪ Clasificación de figuras del espacio según distintos criterios. ▪ Observación de propiedades de diferentes figuras del espacio. Producción de hipótesis, verificación. ▪ Establecimiento de relaciones entre poliedros y las propiedades de sus caras. |
Las figuras planas | ▪ Identificación de los elementos de figuras planas (vértice, ángulo, lado). ▪ Asociación del nombre de figuras planas con su representación gráfica. |
▪ Trazado o copiado de figuras planas a partir de legajos. ▪ Trazado de la mediatriz de un segmento, la bisectriz de un ángulo, alturas en un triángulo. ▪ Producción de trazados en software de geometría dinámica. |
▪ Clasificación de figuras planas. ▪ Establecimiento de relaciones entre lados y diagonales de cuadriláteros, producción de hipótesis, discusión. Vinculación con ejes de simetría. ▪ Análisis de propiedades de líneas notables en triángulos y ejes de simetría. ▪ Elaboración de conjeturas a partir del uso de software de geometría dinámica. ▪ Argumentación sobre la pertinencia de construcciones realizadas, en función de las propiedades de las figuras. |
Para geometría en sexto grado, a continuación presentamos un ejemplo de actividad para trabajar una dimensión y un tipo de tarea específica de la tabla. Además, planteamos posibles consignas y la forma de trabajo a implementar elegida.
DIMENSIONES DE GEOMETRÍA | PROCESOS COGNITIVOS |
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Modelización, reflexión, argumentación | |
Las figuras planas | ▪ Análisis de propiedades de líneas notables en triángulos y ejes de simetría. ▪ Elaboración de conjeturas a partir del uso de software de geometría dinámica. |

▪ Trazado de las tres alturas de triángulos en GeoGebra. ▪ ¿Siempre se intersecan en el interior del triángulo? ▪ Exploración en parejas. Elaboración de hipótesis. |
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A su vez, si somos exhaustivos con las descripciones de las actividades que se desprenden de la tabla, es posible tomar nota de variables didácticas que hacen que actividades similares puedan ser más sencillas o complejas, lo que permite diseñar secuencias didácticas que habiliten avances entre una y otra tarea. Por ejemplo:
DIMENSIONES DE GEOMETRÍA | PROCESOS COGNITIVOS |
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Aplicación de algoritmos, trazados, comunicación matemática | |
Las figuras del espacio | ▪ Elaboración de legajos de figuras del espacio. ▪ Construcción de figuras del espacio con material concreto (palitos, bolitas), comparación con el legajo. ▪ Producción de desarrollos planos. |

▪ Elaboración de legajos de cubos, en parejas. ▪ Elaboración de legajos de prismas rectos de base cuadrada. ¿En qué se diferencian los legajos de las dos figuras del espacio? ¿Qué tienen en común? ¿En qué se diferencian del legajo de un cuadrado o de un rectángulo? ▪ Repartirles a los alumnos legajos incompletos de figuras del espacio para que las construyan con palitos y bolitas. ¿Todos quedan iguales? ¿Qué dato o datos habría que agregar al legajo para que todas las figuras resulten iguales? |
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Estos ejemplos se presentan para materializar las sugerencias, aunque el maestro del grupo puede generar todas las modificaciones que considere, ya sea en variables de la propuesta o de la forma de implementar la actividad.
A la hora de construir tablas de especificaciones, el docente puede elaborarlas a partir de su experiencia, usando documentos curriculares y también trabajando en salas docentes, ya que los objetivos de aprendizaje, las temáticas a abordar y los procesos cognitivos no son propios de un solo grupo, sino de la planificación anual del centro.
El Documento Base de Análisis Curricular (ANEP. CEIP, 2016), a través de los perfiles de egreso para tercero y sexto de primaria, es un buen aporte a la hora de identificar descriptores y sus matices para incluir en las tablas de especificaciones, ya que están diseñados con enfoque basado en las habilidades que se busca logren los alumnos. Los libros para el maestro de primer y segundo ciclo (ANEP. CEIP. CACEEM, 2017) están organizados en función de los perfiles de egreso y las familias de problemas que recorren las diversas temáticas, con comentarios acerca de posibles modificaciones en las variables didácticas.
Del mismo modo, los nuevos documentos curriculares, actualmente en elaboración, buscan presentar criterios de logro por área y grado, en términos de habilidades de los alumnos. En el caso específico de matemática se esbozaron avances sobre la diferenciación entre contenidos esenciales y deseados, lo que orientará, eventualmente, lo que los docentes prioricemos a la hora de organizar los cursos.
Todos estos documentos son posibles fuentes de aportes para construir tablas de especificaciones tan exhaustivas como el maestro necesite.
La evaluación es parte del proceso de enseñanza, y como tal es deseable que sea planificada en paralelo.
En este sentido, si planificamos una unidad didáctica a partir de una tabla de especificaciones, podemos usar esta misma tabla para las evaluaciones que queramos hacer de dicha unidad. Es decir, ya sea para plantear una actividad concreta en parejas, una tarea domiciliaria, la presentación de un pequeño trabajo de investigación o una prueba, es recomendable que todas las actividades de evaluación (formativas o sumativas) recorran las distintas celdas de la tabla de dominios que hayamos diseñado para la temática.
Por ejemplo, una forma rápida de evaluar el grado de “entendimiento” de un tema podría incluir la resolución individual de una actividad concreta y sencilla para entregarle al maestro. Idealmente, y para que sea viable, tiene que ser una actividad de fácil implementación y resolución, pero también de fácil relevamiento para el maestro. Si estamos trabajando con representaciones de números racionales, se puede pedir, por ejemplo, que conviertan una fracción en expresión decimal, que ubiquen una fracción o decimal en una recta numérica, que escriban la fracción correspondiente a una representación gráfica. Esta tarea no lleva un tiempo relevante de clase y tampoco en su evaluación de parte del maestro, y da información diagnóstica rápida respecto al estado general del grupo y de cada uno de los alumnos para que, de ser necesario, el maestro pueda actuar en consecuencia.
Sin embargo, si el maestro quiere evaluar los trazados geométricos usando regla y compás, o la elaboración de conjeturas acerca de las propiedades de los poliedros, deberá plantear otro tipo de actividades, ya sean individuales o grupales, que habiliten los procesos necesarios para la producción según el caso.
En particular, las pruebas sumativas (que se van a usar para calificar o tomar alguna decisión respecto a los alumnos) idealmente deberían incluir actividades de distinta complejidad cognitiva, para poder relevar distintos desempeños de los alumnos y que no todas las actividades apunten a los mismos objetivos. Es decir, en una prueba sobre figuras planas, en lugar de pedirles a los alumnos que realicen cuatro actividades similares de trazado de figuras planas, sería conveniente diseñar un instrumento que permita que el maestro obtenga información sobre procesos de reconocimiento e identificación de elementos, aplicación de algoritmos, trazados y comunicación matemática, y de modelización, reflexión y argumentación. Aunque los procesos cognitivos de mayor complejidad suelen involucrar a los de menor complejidad, resulta necesario proponer actividades que desafíen a los procesos de forma diferente. ¿Por qué? Porque si no habilitamos evaluaciones que incluyan variedad de procesos a involucrar, probablemente haya muchos alumnos que no puedan mostrar qué saben y qué no saben hacer.
A la hora de diseñar pruebas sumativas, las tablas de especificaciones pueden cobrar mayor interés. Además de usarlas para asegurarnos que la prueba cubre todas las dimensiones y complejidades cognitivas, pueden aprovecharse para construir rúbricas que permitan evaluar los desempeños de los alumnos con mayor objetividad y rigurosidad. En este sentido, usar en las evaluaciones de los alumnos rúbricas que fueron construidas a partir de tablas de especificaciones habilita devoluciones más formativas para los alumnos en cuanto a su desempeño. Tanto el maestro como los alumnos pueden usar la rúbrica para identificar qué es lo que sabe hacer el alumno, y qué es lo que sería deseable que hiciera.
Uno de los objetivos de la educación es formar alumnos autónomos. Parte de esta autonomía está relacionada con la constitución del alumno en un estudiante. Es decir, hacerlo partícipe de su propio proceso de aprendizaje.
En este contexto, las tablas de especificaciones (o los descriptores incluidos en sus celdas) se pueden usar como información para los alumnos sobre lo que se esperará de ellos en el correr de una unidad didáctica. No tenemos por qué presentarles las tablas exactamente tal como las definimos para organizar el curso, pero sí es una buena práctica proporcionarles un listado de habilidades sobre las que serán evaluados. También puede constituir una experiencia enriquecedora que sean los estudiantes quienes, junto con el maestro, elaboren este listado a medida que vamos abordando distintos aspectos de la temática que se esté tratando.
Para el caso de geometría, un listado de habilidades podría ser el siguiente:
▪ Reconocer vértices, ángulos, lados y diagonales en cuadriláteros. ▪ Construir figuras geométricas planas siguiendo una lista de pasos (con regla y compás, y con GeoGebra). ▪ Clasificar figuras: por la cantidad de lados, por polígonos o no, por cómo son sus lados o sus diagonales. ▪ Trazar ejes de simetría en figuras diferentes. ¿Cuántos son? ¿Cómo son? |
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Si compartimos con los alumnos las habilidades que vamos a considerar para evaluarlos, es importante que sean efectivamente esas las habilidades a evaluar. Cuando el estudiante toma conocimiento de qué es lo que se espera de él, le brindamos un insumo para que aprenda a estudiar, pero también una herramienta para desarrollar la metacognición: el reconocimiento de qué se espera que aprenda y la identificación de dónde estoy ubicado respecto a lo que se espera de mí. La autonomía que se desarrolla con este tipo de actividades es uno de los pilares de la autoevaluación, que también es una herramienta potente de aprendizaje.
Las tablas de especificaciones son una forma de planificar el abordaje didáctico que haremos de un determinado tema, y permiten visualizar actividades con distinto nivel de complejidad cognitiva para organizar las secuencias. Si las complementamos con ejemplos de actividades, variables didácticas a modificar y algunas ideas sobre la organización y los recursos que usaremos, podremos tener una planificación detallada y exhaustiva.
Además, a la hora de pensar en distintos tipos de evaluación, la tabla de especificaciones también es una herramienta que puede proporcionar ideas de actividades variadas. Estas tablas se pueden diseñar antes de empezar el año como forma de planificar el curso, o durante el ciclo lectivo.
Diseñar tablas de especificaciones no es una tarea fácil ni natural, pero puede constituir una buena actividad colaborativa en una sala docente. Además de la riqueza del propio proceso de producción de conocimientos involucrado en las discusiones durante el diseño de las tablas, una vez que estas están diseñadas son un factor que permite unificar criterios de enseñanza y de evaluación.
En el contexto actual, en el que las prácticas docentes, la implementación curricular y los criterios de evaluación son sumamente heterogéneos (cf. INEEd, 2021), producir materiales didácticos con criterios consolidados por equipos de docentes es un insumo que podría aportar a una mayor equidad en las oportunidades de aprender de nuestros alumnos.