
Cecilia Torres
Maestra. Diplomada en Didáctica para la Enseñanza Primaria (IPES-UdelaR). Integrante del Equipo Técnico de Apoyo a la enseñanza de las Ciencias Naturales - Instituto de Formación en Servicio (CEIP). Integrante del Equipo de Investigación en Enseñanza de las Ciencias Naturales, revista QUEHACER EDUCATIVO. Maestranda en Educación, Sociedad y Política (FLACSO Uruguay/CFE).
Claudia González
Maestra. Diploma Superior en Enseñanza de las Ciencias (FLACSO-Argentina). Integrante del Equipo de Investigación en Enseñanza de las Ciencias Naturales, revista QUEHACER EDUCATIVO. Florida.
Esta situación originó la elaboración y aplicación de una unidad didáctica integrada en Sexto grado en el año 2016. En este artículo priorizaremos el proceso de su elaboración ante el desarrollo de la o de las secuencias implicadas, que son propias del grupo de alumnos y del contexto escolar.
Nuestro país tiene aproximadamente tres millones y medio de habitantes y un millón doscientos mil perros en todo el territorio, lo que significa que hay un perro cada tres personas. Solo un tercio tiene dueño registrado. El resto “no tiene dueño”, se vuelve callejero o son perros “abandonados” porque sus dueños no cumplen con los deberes y obligaciones con relación a la salud, a la alimentación y al asilo. Estos perros son un riesgo para la salud pública, ya que pueden ser vectores de enfermedades transmisibles al ser humano como hidatidosis, toxocariasis, leishmaniasis, rabia y otras; por sus mordeduras –dos mil quinientas mordeduras por año a niños–; por la abundante materia fecal en espacios públicos.
Para solucionar esta problemática se hacen públicas dos posiciones: la obligatoriedad del uso de microchips para identificar a los dueños y eventualmente multar, frente a propiciar e incentivar la tenencia responsable mediante la educación y el apoyo estatal.
Teníamos la situación, el contexto, debíamos analizarlos para definir el contenido y el cambio necesario en el accionar.
Primero, una lluvia desordenada de preguntas: ¿Era un problema relevante en lo individual y en lo social? ¿Qué conocimientos implicaban su comprensión? ¿Y el planteo de soluciones? ¿Qué contenidos programáticos estaban en juego? ¿Qué conocimientos científicos debían construir? ¿Qué sabían los niños? ¿Qué pretendíamos que aprendiesen? ¿Para qué? ¿Con relación a qué aspectos del problema? ¿Cómo actuaban con sus mascotas? ¿Sería necesario propiciar otras actitudes de responsabilidad social?
Decidimos que sí era un problema relevante pero de gran complejidad, necesitaba miradas biológicas, ambientales, geográficas, sociales, éticas, económicas y políticas; debíamos considerar aspectos epistemológicos, metodológicos y cognitivo-lingüísticos.
El concepto eje era salud. Casi seguramente, los niños consideraban la salud como la ausencia de enfermedad, y esta causada por agentes patógenos. Si poseían esa concepción biologicista y unicausal, era necesario hacerla evolucionar hacia otra que incluyese el ambiente social y cultural.
«...es el entorno que afecta y condiciona las circunstancias de vida y comprende el conjunto de valores naturales, sociales y culturales existentes en un lugar y un momento determinado, que influyen en la vida del ser humano y las generaciones venideras» (Meinardi & González Galli, 2009).» (apud Revel, Meinardi y Adúriz-Bravo, 2013:15)
Insertamos el problema en este marco conceptual. El auge y la proliferación de mascotas los consideramos preferentemente culturales, mientras que la ausencia de tenencia responsable obedecería a aspectos sociales y económicos. Son estas características del ambiente, entre otras, las que favorecen la aparición de zoonosis canina y su eventual contagio humano.
Tanto los gobiernos departamentales como el Ministerio de Salud Pública a través de la Comisión Nacional Honoraria de Zoonosis, en su momento el Ministerio de Educación y Cultura a través de la Comisión Nacional Honoraria de Bienestar Animal, y actualmente la Comisión Nacional Honoraria de Tenencia Responsable y Bienestar Animal (1), intervienen aplicando distintas estrategias.
¿Y la sociedad?
(1)La Comisión está integrada por el Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca que la preside, el Ministerio del Interior, el Ministerio de Salud Pública y el Congreso de Intendentes.
En este análisis, el comportamiento humano pasa a ser un factor primordial en la emergencia de potenciales agentes patógenos; de ahí, la importancia de orientar la enseñanza hacia la adquisición de competencias que posibiliten participar críticamente en asuntos socio-científicos.
«Derechos humanos, responsabilidad social y ciudadanía crítica conforman los tres vectores de formación para la participación ciudadana. Las instituciones educativas participan con sus propuestas del proceso de construcción de la ética ciudadana.
Implica que la formación básica del estudiante lo habilite a: [...] Desarrollar actitudes crítico-valorativas fundamentadas en relación con los procesos ciudadanos.» (ANEP, 2017:37)
Nos propusimos:
- Incentivar la observación y el análisis reflexivo de la realidad circundante.
- Favorecer el desarrollo del pensamiento crítico al participar en debates.
- Potenciar la construcción de explicaciones.
- Promover la toma fundamentada de decisiones.
- Propiciar instancias de participación responsable en su entorno.
La definición del problema y de los propósitos facilitó la selección de contenidos. La integración disciplinar fue muy sencilla de encontrar.
- Biología:
- La salud del individuo y del ambiente. Las zoonosis.
- Geografía:
- Las Tecnologías de la Información y la Comunicación. Su incidencia en la democratización de la información.
- Construcción de Ciudadanía:
- Las Tecnologías de la Información y la Comunicación. Su incidencia en la democratización de la información.
- Las decisiones colectivas y la participación democrática.
- La argumentación y la contra-argumentación en la discusión y el debate.
- La argumentación moral.
- Los Estados y su compromiso con el cumplimiento de los Derechos.
- Lengua:
- El debate. Los roles de los participantes. Los mensajes y las conclusiones implícitas y explícitas.
- Los artículos de divulgación científica.
- La lectura de textos periodísticos.
- La jerarquización de los argumentos en los textos de opinión.
Antes de pensar en una posible secuencia era necesario recabar la información disponible y seleccionar los materiales a trabajar con los niños.
Comenzamos por la página web de la Comisión Nacional Honoraria de Zoonosis. Allí encontramos material para centros educativos, con buena información, en dos formatos: prezi y pdf.[1]
También accedimos a la revista Zoonosis. El artículo “Uruguay tiene más de un millón de perros” sintetiza claramente la situación.[2]
El marco jurídico estaba en la Ley Nº 18.471 “Tenencia responsable de animales”, publicada en abril de 2009. Allí se especifican responsabilidades, obligaciones y derechos de los tenedores de animales y se crea la Comisión Nacional Honoraria de Bienestar Animal, entre otros aspectos. Elegimos algunos artículos para la lectura de los niños.
Seleccionamos artículos periodísticos referidos al planteo de distintas soluciones al problema: castración, microchips, Sistema Nacional Integrado de Salud Animal, campañas educativas, ferias de salud animal, laboratorios móviles, entre otras.
Concertamos visitas a refugios animales de la zona y posibles entrevistas a veterinarios.
[1] En línea: http://www.zoonosis.gub.uy/webzoonosis/blog/a-centros-educativos
[2] En línea: http://www.zoonosis.gub.uy/webzoonosis/materiales/revista/revista_zoonosis_n1.pdf
Aunque en un primer momento parezca extraño, fue así. Si uno de nuestros propósitos fue “Propiciar instancias de participación responsable en su entorno”, era porque buscábamos que los alumnos, en algún aspecto, participasen, actuasen, y para hacerlo en forma responsable debían hacer suyo el problema. No bastaba con conocerlo, debían implicarse y, por qué no, sentirse parte de él.
Debían tomar conciencia del número de mascotas que tenían en sus casas y de los cuidados que les brindaban, ¿estaban vacunados?, ¿con qué los alimentaban?, ¿quedan siempre en su casa, en su terreno? Muchos de sus perros los siguen a la escuela y quedan allí.
Indagar los perros que hay en la cuadra, los que observan vagabundeando, la actitud de los vecinos cuando los móviles de la Comisión de Zoonosis asisten al barrio, ¿se acercan?, ¿para qué?, ¿revisarlos, desparasitarlos, castrarlos, colocar el microchip?, fueron algunas de las actividades para comenzar a involucrarlos.
Conocer la situación no alcanzaba, debían valorarla desde una mirada sanitaria y para ello era necesario estudiar las diferentes zoonosis existentes en nuestro país; en particular, en nuestro departamento. Así conocieron agentes infecciosos, las posibilidades de que el perro se convirtiese en reservorio y las formas de contagio humano.
Nos interesa recalcar que cada actividad se planteaba en forma integrada, no se trataba de un enfoque exclusivamente biológico, sino que reflexionaban sobre por qué eran imprescindibles ciertas medidas sanitarias y la responsabilidad que les competía a los distintos integrantes de la sociedad civil y gubernamental.
De la misma forma se fueron analizando y problematizando las distintas soluciones que diversos actores sociales planteaban: colocación de microchips, castración, educar en la tenencia responsable, sistema integrado de salud animal, etcétera.
¿Cuál es la intención al implementar o plantear tal estrategia? ¿En qué aspecto de la problemática sanitaria incide? ¿Qué logra? ¿A quién beneficia? ¿Es factible? ¿Soluciona total o parcialmente el problema? ¿Cómo contribuye a mejorar la situación a mediano o largo plazo? ¿Cuáles de las alternativas abordadas serían estrategias válidas en nuestra villa? ¿Por qué? ¿Qué otra información se necesita para decidir? ¿Será necesario investigar las causas del abandono de los perros? ¿El uso aislado de estas propuestas contribuye a una verdadera solución al problema sanitario?
Debatir, defender una u otra posición requirió avanzar en la elaboración de argumentos, explicaciones, en el análisis crítico de textos y exposiciones; ese era el día a día escolar.
Realizamos una exposición abierta al público sobre los riesgos sanitarios de canes “abandonados” y las alternativas que posibilitan una mejora al problema sanitario. Presentamos estadísticas de zoonosis en la zona, y difundimos las estrategias acordadas como más convenientes para el bienestar animal y, por consiguiente, humano. Invitamos a los alumnos de enseñanza primaria y secundaria de la zona a participar no solo de la exposición, sino también de las “jornadas de salud” organizadas por la Comisión de Zoonosis.
Esta problemática sigue vigente, admite una reflexión colectiva y, por ende, una alfabetización ciudadana en temas de ciencia y tecnología como posibilitadora de un cambio social necesario para garantizar ciudadanos y ambientes más saludables en beneficio de todos.
Implica la necesidad de educar a la ciudadanía sobre los derechos, deberes y obligaciones que le competen a la persona al decidir tener una mascota; concientizarla sobre la importancia del bienestar animal y el respeto por su vida. No sólo informar, sino formarla sobre las campañas de castración, vacunación y desparasitación obligatorias, que son necesarias para el bienestar animal y, por ende, humano.
¿Cuál es nuestra responsabilidad? Asumir una enseñanza de las ciencias que democratice el conocimiento científico y tecnológico como parte de la cultura ciudadana.
La ciencia y la tecnología habilitan posibles soluciones, pero es la actitud crítica y responsable de todos la que determinará el éxito.
«Este proceso supone que la ciudadanía se apropie de los conocimientos necesarios para comprender la naturaleza e implicancias de las problemáticas tecnocientíficas que adquieren especial relevancia en el contexto local y regional, proponiendo la interacción, negociación y participación democrática del conjunto de los ciudadanos en aquellos temas con consecuencias directas sobre sus formas de vida –como la salud, la vivienda, la alimentación...» (Carrizo, 2016)
ANEP. República Oriental del Uruguay (2017): Marco Curricular de Referencia Nacional. Una referencia colectiva. En línea: http://www.ceip.edu.uy/documentos/2017/bibliotecaweb/MarcoCurricularReferenciaNacional_agosto_17.pdf
CARRIZO, Erica (2016): “Democratización del conocimiento científico y tecnológico: ¿ciencia y tecnología para qué? ¿ciencia y tecnología para quién?” (Clase 3, Cohorte 10) en Diploma Superior de Enseñanza de las Ciencias. Buenos Aires: FLACSO Virtual. Material no editado comercialmente.
LÓPEZ CEREZO, José Antonio (2005): “Participación ciudadana y cultura científica” en Arbor Ciencia Pensamiento Cultura, Vol. 181, Nº 715, pp. 351-362. En línea: http://arbor.revistas.csic.es/index.php/arbor/article/view/417/418
MARTÍN GORDILLO, Mariano (2005): “Cultura científica y participación ciudadana: materiales para la educación CTS” en Revista Iberoamericana de Ciencia, Tecnología y Sociedad – CTS, Vol. 2, Nº 6 (Diciembre), pp. 123-135. En línea: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=92420605
MEINARDI, Elsa (coord.); GONZÁLEZ GALLI, Leonardo; REVEL CHION, Andrea; PLAZA, María Victoria (2010): Educar en ciencias. Buenos Aires: Ed. Paidós.
PODER LEGISLATIVO. República Oriental del Uruguay (2009): “Ley Nº 18.471. Tenencia responsable de animales”.
REVEL CHION, Andrea; MEINARDI, Elsa; ADÚRIZ BRAVO, Agustín (2013): “Elementos para un análisis histórico-epistemológico del concepto de salud con implicaciones para la enseñanza de la Biología” en Filosofia e História da Biologia, Vol. 8, Nº 1, pp. 1-19. En línea: http://www.abfhib.org/FHB/FHB-08-1/FHB-8-1-01-Andrea-Revel-Chion_Elsa-Meinardi_Agustin-Aduriz-Bravo.pdf