
Alejandra Pereira
Maestra. Secretaria General de FUM-TEP
FUM-TEP tiene como preocupación algunas temáticas, en las que entiende debe mejorarse.
Sabemos que estamos a días del ingreso de la Rendición de Cuentas, tenemos expectativas respecto a la construcción del nuevo presupuesto para todo el país, en especial en cuanto a la educación. Sostenemos que el 6+1% es fundamental para realizar los cambios que el país necesita en materia de educación.
Las tareas de los docentes en las aulas son fundamentales, en cada barrio del país hay una escuela. Las maestras y los maestros ingresan en barrios en los que, a veces, otros actores no pueden.
Fueron cinco años de generar miedo en los docentes, y un rol de fiscalizador y de contralor por parte de las autoridades, años en los que la imposición fue la moneda de cambio. Los docentes deben estar enfocados en los procesos de enseñanza y de aprendizaje, es necesario dar señales que apunten a volver a creer y a escuchar a los docentes, devolviéndole la dignidad a la carrera.
Necesidad de políticas públicas que impacten en esas desigualdad de origen, que nos dejen avanzar como sociedad. Todas nuestras niñeces tienen derecho a una vida digna.
Desde el año 2016, la baja de la natalidad se viene dando en forma sostenida, y para la educación primaria se constituye en una oportunidad de mejorar los aprendizajes y las condiciones laborales en la medida en que se pueda reducir el número de alumnos por grupo.
Entendemos que los centros educativos deben tener figuras con perfiles para atender a las familias y evitar situaciones emergentes de desbordes.
Una de las consecuencias de la baja de matrícula de las escuelas son las recategorizaciones de las instituciones que afectan el salario del director, entendemos que esto va en detrimento del rol.
Sabemos que en las escuelas de todo el país existe un número importante de casos con un atraso de casi un año en atención de salud mental. Esto repercute directamente en las aulas, en los vínculos con las familias.
Hoy estamos atravesando una situación desigual para ingresar al organismo, la que no garantiza la continuidad laboral y crea una dependencia subjetiva con quien evalúe la tarea.
Somos el único sistema en el que, al ser todos titulados, nos pagan una docencia de aula que perdemos cuando un maestro falta más de quince días en un mes. Es una doble pena, porque también nos afecta el presentismo.
Hoy las escuelas del país no tienen, en su mayoría, equipos de aire acondicionado o instalaciones
eléctricas adecuadas para que las niñeces puedan estar en sus lugares educativos de forma confortable.
FUM-TEP quiere hacer llegar su solicitud de volver a los organismos desconcentrados y reincorporar la voz de los docentes.