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Febrero del 2025
8 M Es indispensable fortalecer la participación
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Mónica Gamarra

Mónica Gamarra

Maestra.

Integrante de la RED de Trabajadoras de la Educación de América Latina

Nuevamente, las mujeres saldremos juntas a las calles a reivindicar la lucha por nuestros derechos. Este año, con muchas expectativas ante el cambio de gobierno y la esperanza que esto conlleva en cuanto a la agenda que se lleve a cabo durante cinco años. Una política de género exitosa requiere de la voluntad política y debe ser construida desde las bases.

En el transcurso de la historia, las mujeres han tenido un largo recorrido de luchas y conquistas. Actualmente tenemos mujeres al frente de distintos espacios, en el parlamento, al frente de ministerios y de algunos sindicatos, y pese a estas conquistas enfrentamos inmensos desafíos.

Mujeres y hombres asumen el liderazgo y el poder de manera diferente. Mientras que, independientemente del desempeño, a las mujeres se nos cuestiona nuestra capacidad, la participación de los hombres en esos espacios es normal, incuestionable. A esos obstáculos nos enfrentamos.

Seguimos luchando por la igualdad salarial en algunos sectores, exigiendo espacios en los cuales se respete la igualdad de derechos y de participación.

Las trabajadoras de la educación tenemos la dificultad de hacer frente a las responsabilidades laborales, a las labores de cuidado que socialmente nos son asignadas y muchas de nosotras a la militancia sindical. Estas condiciones limitan la participación de las mujeres en espacios públicos, organizaciones sociales, sindicales y políticas.

Los espacios de participación de las mujeres visibilizan sus problemáticas, las empoderan, nos permiten conocer el contexto de las mujeres de nuestra organización así como las problemáticas que enfrentan tanto en su vida privada como laboral y sindical, creando una conciencia del trabajo en temas de género por parte de las involucradas.

El proceso para lograr la igualdad es complejo y no se da de un día para otro. La desigualdad entre
hombres y mujeres es un elemento estructural en la mayoría de los países del mundo, forma parte de la cultura y de las prácticas cotidianas de personas y organizaciones. Es imprescindible que seamos cada vez más las mujeres que formemos parte de este proceso y continuar impulsando políticas de igualdad de género dentro de nuestro sindicato para poder identificar las brechas y para saber cuáles son los nudos críticos que hay que trabajar.